La Anaconda Verde, una serpiente colosal que encarna la grandeza y el misterio de los bosques tropicales.
También conocido como Loro Cabeza de Halcón, Loro Cacique o Quinaquina, representa una joya de la biodiversidad amazónica.
En los cielos, donde el azul se funde con el blanco y las nubes danzan al ritmo del viento, emerge un guerrero alado, el Cernícalo (Falco sparverius), un ser pequeño en tamaño pero colosal en importancia ecológica y cultural.
El programa de conservación del Caimán llanero de Piscilago hace parte del proyecto nacional para la recuperación de esta especie, liderado por el Ministerio del Medio Ambiente y la Universidad Nacional de Colombia. El objetivo principal es prevenir la extinción de esta especie.
En los misteriosos y frondosos bosques de América, se alza con gracia y serenidad el majestuoso Venado Soche (Mazama americana).
Es la Danta o Tapir, el mamífero terrestre más grande de América Latina, con ejemplares que pueden alcanzar hasta 250 kilogramos de peso y hasta 2 metros de longitud.
Las llanuras y los humedales de Colombia despliegan un espectáculo natural que cautiva a quien lo contempla: la presencia de los Chigüiros (Hydrochoerus hydrochaeris), esos grandes roedores semiacuáticos que parecen gobernar con gracia los espacios acuáticos y terrestres de su entorno.
Desde tiempos inmemoriales, el Avestruz han deambulado por las llanuras africanas, adaptándose magistralmente a un entorno exigente y desafiante. Con sus largas patas y cuello, esta ave no voladora ha evolucionado para convertirse en corredora veloz, capaz de alcanzar velocidades de hasta 60 kilómetros por hora, convirtiéndose en el ave más rápida del mundo.